El procedimiento Bursting consiste en insertar una tubería dentro del conducto a tratar, mediante la sustitución de la existente que se va destruyendo a la vez que se incorpora la nueva tubería. La nueva tubería puede ser de cualquier tipo de las que existen en el mercado aunque más del 80% de las que se están actualmente colocando son de HDPE y cuyas características se adaptan al fluido que se ha de transportar.
Es introducida mediante el tiro con cabrestrante a una velocidad adecuada con tensión constante en el cable, y en contacto con la superficie interior que va dejando la antigua tubería demolida y cuyos restos pueden ser extraídos frontalmente a baja presión por el otro extremo del tubo que se esta cambiando ó aplastado contra el relleno circundante.
Un dispositivo esparcidor en la herramienta empuja los fragmentos del tubo roto en la tierra circundante. Una manga o liner de paredes delgadas se tira a través del nuevo alesaje formado directamente detrás del 'esparcidor'.
Este sistema se utiliza para instalar tuberías equivalentes en condiciones de tierra favorables, donde el nuevo tubo puede ser hasta 150% más grande que el original.
